Fejal. Fé en Jalisco

Comprometidos con el Desarrollo Social de Jalisco.

Fejal. Fé en Jalisco
Evelia

Historias de Bienestar ELA

Evelia

#YoConELA: “Empecé a vivir pero esta vez feliz"

Vivía desesperada, me sentía llena de soledad y con mil problemas, para mí nada de lo que yo hacía valía la pena, era muy feo. Salía a la calle y hasta pensaba que la gente me veía mal, al final todo vino a perjudicar mi trabajo, empecé a bajar mi productividad, veía como todas mis compañeras crecían y yo me estancaba. La presión y la tristeza que sentía era tan grande que llegué a caer en el hospital, cuando salí de allí mis hijos ya tenían una idea rara de mí.

Cuando logré volver al trabajo hablé con mi supervisor, le conté lo que estaba viviendo y me aconsejó asistir al Centro de Atención y Soporte del Modelo ELA, donde una psicóloga me ayudaría. Sí fui, aunque en la primera cita me sentía muy rara, yo pensaba “ si no estoy loca” por qué tengo que hablar con extraños.

La psicóloga me preguntó de mi niñez, no entendí por qué, pero me hizo pensar mucho. A la segunda cita hablamos de algo curioso: nunca me había perdonado a mí misma ni a mis padres que no me operarán cuando yo era niña, les tenía mucho rencor porque sufrí mucho bullying.

Casi en la última cita con la psicóloga yo ya estaba convencida de tratarme a mí misma, ahora yo tengo que tomar mis propias decisiones, hacer las cosas por mí misma. Todo cambió, hoy sé reír con mis hijos, con mis padres, hermanos y compañeros, me siento feliz porque ellos ven mi cambio.

Decidí unirme a un grupo de bienestar dentro de mi empresa Ureblock, para mí, estar en mi grupo es como empezar a vivir pero ahora consciente de lo que hago bien. Ahora trato de ser más tolerante y paciente, también he aprendido a escuchar a la gente. Cuando empecé a oír a los demás, me di cuenta de cómo a pesar de que tengo todo yo me empeñaba en sufrir y en creer que todo estaba mal.

Con ELA aprendí que primero debía cambiar yo misma y no los demás, así salí de ese hoyo negro, aún tengo problemas pero a la vez soy feliz porque soy una mujer fuerte y sé que ningún problema me dominará.

Gracias Dios mío por ponerme esta gente en mi camino y espero que les ayudes para que muchas personas más salgan adelante con este programa, solo son tres letras: ELA, pero es mucho más lo que ayuda. ¡Voy por el segundo módulo! A todo esto tengo paladar hendido pero muy pronto me hacen la cirugía y seré otra en mí misma gracias a ELA.


Historia de Bienestar